ESTO Y AQUELLO

Publié le par militante

La libertad de expresión

 

Hay personas que piden siempre “libertad de expresión”, y hacen de esta divisa una cuestión de dignidad, cuando ellos mismos suelen vulnerarla en los medios de comunicación de ellos. Salen presurosos a denunciar ante los organismos donde esas cosas se denuncian, con aullidos y cámaras, casi con cara de torturado, pero ellos no respetan la libertad de expresión ajena.

 

Don Benito Juárez decía que “el respeto al derecho ajeno es la paz”, y no le faltaba razón. Pero hay personas que asumen que “el derecho ajeno” siempre lo dictan ellos; y, por eso, hablan mucha paja que si Chávez es un déspota que si no se qué cosa más y resulta que ellos son, han sido y serán pequeños déspotas cuando los ponen de jefecillos. Así que uno termina por deducir que esos tipejos están en contra de Chávez por la muy sencilla razón que ellos no están en el lugar de Chávez. ¡Y menos mal!

 

Realmente la “libertad de expresión” siempre debe estar acompaña del derecho de réplica o a la réplica. Si de lo que se trata de expresar es la opinión y el pensamiento eso debe ser totalmente libre en todas partes. Nadie dice que la opinión mía o la ajena sea “la verdad”. Se supone que la opinión y el pensamiento de las personas nunca es una granítica roca incólume, se hacen y deshacen motivado a muchas influencias. Pero en nuestra época es bastante difícil que una persona admita que su opinión es peor que la de otro, y así el pensamiento dogmático se ha adueñado del mundo.

 

El pensamiento dogmático, la opinión encauzada, se ha adueñado del mundo porque siempre expresa categorías jerárquicas. Los centros jerárquicos se defienden a sí mismos encauzando la comunicación. Los disidentes, herejes y heterodoxos casi siempre molestamos en todas partes porque no aceptamos un pensamiento unidimensional ni una opinión fabricada a expensas de la verdad. Y de la verdad de los otros.

 

Mi experiencia personal es que todos los censores siempre son de la derecha aunque estén en la izquierda. En mi caso, que soy aficionado a escribir, he vivido pocas veces la censura, ciertamente, pero cuando me ha sucedido primero me río a carcajadas y, luego, mi censor me produce lástima: yo le recomendaría un psiquiatra.

 

El que suponga que uno es un productor de ideas, opiniones o pareceres aislado no conoce el mundo ni la sociedad de mujeres y hombres. Todas las opiniones son siempre colectivas aunque las manifieste una firma o un personaje. Pero esa idiotez neoindividualista que hoy se ha exacerbado ha hecho creer también que las opiniones son individuales e individualistas. Jamás lo han sido. Hay personas que confunde el fenómeno de las percepciones en las opiniones como si fueran opiniones distintas. Y no lo son.

 

El pensamiento dogmático es irracional porque es dogmático no porque sea pensamiento u opinión. Es inquisitorial. También el pensamiento dogmático es una corriente de opinión como lo es cualquier pensamiento no dogmático.

 

Pero deberían de hacernos el favor los pequeños jefecillos de cuanto medio de comunicación abunda por doquier en proveernos de una guía de su pensamiento de tal forma que sepamos a qué atenernos. La gente debe ser sincera por lo menos al pensar. Y pensar en voz alta. Porque lo que suele pasar es que siempre, en cada ser, hay dos lenguajes: el que suena y el que se piensa. Y éste siempre domina a aquél. (Supongo que los sordomudos no son una excepción).

 

Lo que me encanta de Chávez es precisamente que habla como piensa y piensa como habla, así, de sincerote y tal. Eso le ha acarreado sin número de inconvenientes con los que no piensan como hablan y no hablan lo que piensan. Pero eso lo que Chávez transmite lo hemos captado más del 60% de los venezolanos de hoy. Y muchísima gente en otras latitudes. Así que no soy una excepción.

 

Ya ni me ocupo de las personas que, amparándose en su transitorio oficio de censores, creen que las ideas son distintas de las opiniones, y que al suprimir éstas liquidan aquéllas: realmente, en el fondo, tienen miedo. Ninguna idea en el mundo puede suprimirse ni tampoco ninguna opinión bloquearse cuando siempre son corrientes colectivas. Y, a decir verdad, la libertad de expresión no consiste en decir lo que yo pienso sino en provocar en los otros sus propias opiniones sobre lo que yo pienso. Y, además, todos los grandes ríos nacen de manantiales solitarios: chorrito a chorrito.-

 

Floreal Castilla.-

Zaraza, 20 de Abril de 2007.-

Publié dans iniciativa-comunista

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