ESTO Y AQUELLO

Publié le par militante

Todavía está por verse si las declaraciones de una señora nacida italiana pero radicada en Caracas no es parte del discurso de la mayoría de las comunidades europeas residenciadas en Venezuela. La señora ha dicho, azuzada a tal efecto, que los venezolanos no somos dados al trabajo sino a los placeres prohibidos; que somos flojos; borrachos; pendencieros; de bajo coeficiente intelectual y, encima, negros o mestizos que esto último ya es inevitable.

 

Aunque pocos intelectuales nuestros lo crean ese discurso viene desde la Colonia. Y, si nos remontamos más allá, encontraremoslo en el cristiano que hace la guerra al moro. La nobleza siempre lo emplearía frente a los siervos. La burguesía ante el proletariado. El patrón frente a su asalariado. Y, no faltará como no ha faltado –porque la xenofobia como el racismo es bidireccional- quien le recuerde a la señora italiana de marras qué coño hace aquí.

 

En general, todas las manifestaciones del racismo han sido explicadas por lo especialistas; pero las explicaciones no solucionan nada cuando el racismo está enraizado en la sociedad y en sus capas más cultas. Hay quien sostiene incluso que toda la animadversión de lo que fue nuestra clase culta blanca contra el chavismo reside en un racismo introyectado que, sin embargo, no está bien visto que se exprese: lo progre consiste más bien en combatir el racismo aunque el trato al afrodescendiente no pase de “negro de mierda” cada vez que un varón de nuestra Academia se tope con un venezolano de a pie.

 

Pasa también lo otro. Es decir, el racismo y la xenofobia del moreno contra el blanco. Es que el tema es bidireccional y ya no tiene sentido buscar sus orígenes.

 

Tampoco parece muy útil echar mano de las grandes teorías universalistas. Ese “Hombre” de la Ilustración parece más bien encarnado en Hernán Cortés que en Moctezuma. ¿Quién hacia el rol de “Don Quijote” en la batalla de Technotitlán: Cortés o Moctezuma?

 

Por tanto, sólo queda la educación integral de los pueblos, no sólo los más expuestos al influjo de culturas cosmopolitas sino también los más remotos. No queda más remedio. Pero poco ganaríamos si esa educación no fuera también bidireccional. Que eduquemos nosotros a los americanos en el ideal cosmopolita del humanismo pero que los europeos se re-eduquen también ellos.

 

Imposible, a mi juicio, en las condiciones actuales.

 

Tanto Europa como la América europea viven, prosperan, existen, gracias al saqueo de los pueblos de la periferia. Esto puede parecer una proclama de haitianos que se tomaron seriamente las de la Revolución Francesa. Pero es la realidad.

 

Realidad que enceguece en estos tiempos de multinacionales y liberalismo financiero.-

 

Floreal Castilla.-

Venezuela, 1 de julio de 2007.-

Publié dans iniciativa-comunista

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