ESTO Y AQUELLO

Publié le par militante

La AIT pierde las Termópilas

 

Desde 1996, tras el XXº congreso, la AIT devino en una Internacional dirigida según los métodos del “centralismo democrático” basándose en la línea sindical adoptada por su sección española, como si las realidades sindicales hispanas fueran idénticas a las del resto del mundo.

 

Recientemente, en el congreso efectuado por su sección alemana, entre el 25 y el 28 de mayo de 2007, la delegación de la rama anarcosindicalista griega "Union Sindicalista Revolucionaria Libre” (ESE, por sus siglas en griego) manifestó, a grandes rasgos, que no acepta el patriarcado de la AIT y propone la creación de una nueva Internacional que cumpla su rol de coordinación –y no de buró político- y contribuya a romper el aislamiento del anarcosindicalismo del movimiento obrero de nuestra época.

 

Los griegos, pues, se han deslindado de madrileños y granadinos que, entre otros milagros, han aislado al anarcosindicalismo de las dinámica sindicales contemporáneas, no sólo españolas sino internacionales.

 

A decir verdad suecos, galos, teutones, hispanos, italianos, británicos, irlandeses, yanquis, eslavos, etc., todos ellos afines o viejos militantes anarcosindicalistas, están convencidos de la urgente necesidad de una nueva Internacional que reúna a todo el sindicalismo revolucionario y a las minorías –o mayorías, allí donde las hubiere- anarcosindicalistas; por la muy sencilla razón de que la AIT se ha encerrado en su búnker español desde el cual, de vez en cuando, usa a procónsules noruegos o serbios para darle un maquillaje “internacional” a una entelequia que, en el fondo, es el ministerio de exteriores de su propia sección española.

 

La AIT no quiere admitir que la lucha de clases es variada dependiendo de condiciones nacionales y que la lucha sindical, por sus propias características, ni es toda la lucha de clases ni sigue los mismos esquemas por doquier. De tal forma que, los sindicatos deberían de ser autónomos asumiendo su propia línea sindical de acuerdo a sus realidades. De lo que se trataría, en síntesis, sería en influir sobre la gran masa trabajadora y no en la de convertirla en Bakunines de bolsillo. Es absolutamente falso que allí donde el anarcosindicalismo fue un movimiento fuerte se debió a que todos sus integrantes eran anarquistas; al contrario, sostener tal cosa, sería tanto como desconocer la vigencia de la teoría de Bakunin sobre el rol de la minoría revolucionaria que, guardando las distancias, se parece mucho a la de Lenin, si a ésta se le despoja de sus pretensiones de engalanarse con los fatuos de la dictadura jacobina. Aparte de que –quizá sea esto lo más importante- en la época dorada del anarcosindicalismo ni el sindicalismo era lo que hoy es ni había televisión digital –ni analógica- ni telefonía móvil celular.

 

En América Latina las ficciones “orgánicas” que la AIT ha inventado no tienen asidero alguno y, el forismo argentino, sigue siendo un vago recuerdo en la variopinta dinámica sureña. Ha aplicado en estas tierras la ley algebraica de la multiplicación de los signos en minorías que, si al menos fueran eficaces, causarían menos risa. Es así como el comisario político de la AIT para América Latina, con la inteligencia propia de un jumento, ha dado por concluir que “los amigos de sus amigos son amigos de la AIT” y que “los enemigos de sus amigos son enemigos de la AIT”. Es decir, la AIT son él y sus amigos. Como lo más probable es que ese mismo esquema de falta de razonamiento –ausencia de sinapsis en las neuronas, me susurra una amiga especialista en la neurociencia anarcosindicalista- se haya repetido en otras latitudes, es por lo cual urge una Internacional AS [anarcosindicalista] & SR [sindicalista revolucionaria] menos sometida a los vaivenes subjetivos, a los toscos procedimientos neofalangistas, evocadores de monseñor Escrivá o del “frente de juventudes”, o de ambos, para el tratamiento de las diferencias personales; y dirigida a abrir las puertas a todos y a todas con el objeto de que las formas y el espíritu anarcosindicalistas penetren y hagan nido en el sindicalismo mundial y, además, en todas las otras formas de la lucha de clases que ya proliferan fuera de las fábricas y del local sindical casi siempre repleto de telas de araña aunque hayan o no gestores sindicales.

 

Quizá por estas razones, los activistas de la ESE griega, dirigiéndose al secretario serbio de la AIT –que, dicho sea de paso, tiene el tupé de censurar a un chomskiano serbio como Andrej Grubacic [véase los comentarios a http://libcom.org/forums/libcom-wobblies/interview-w-iww-barista-alex-van-schaick-andrej-grubacic-z-magazine],

han exclamado que no aceptan Papas en el Anarquismo. Porque éstos, a falta de cosas más fértiles que hacer, se han dedicado, de un tiempo a esta parte, a estigmatizar a todos los que, desde posiciones ácratas, plantean alternativas libertarias en el mundo contemporáneo; primero, la emprendieron contra Murray Bookchin, acusándole de desviaciones electoralistas por sus planteamientos sobre el “municipalismo libertario” y, desde hace unos años, se la dedicaron a Noam Chomsky acusándole ya de “socialdemócrata” o de “procubano” por su batalla antiimperialista. Estos Papas y sus cardenales son como Atila y su caballo: no crece el anarquismo por donde ellos pasan.-

 

Floreal Castilla.-

Venezuela, 10 de septiembre de 2007.

www.elecodelospasos.over-blog.com

Publié dans iniciativa-comunista

Pour être informé des derniers articles, inscrivez vous :
Commenter cet article