ESTO Y AQUELLO

Publié le par militante

LIBERACIÓN  NACIONAL  Y  SOCIALISMO  LIBERTARIO

Es absurdo pontificar sobre si las luchas de “liberación nacional” son correctamente anarquistas o no. Cuando los anarquistas no tienen ninguna influencia social ni en las organizaciones sociales ni en las culturas societarias de muchísimos países. Primero, habría que reformatear al anarquismo para que de una secta de individuos avanzados se transformara en un movimiento donde hubiera avanzados y rezagados pero inspirados todos ellos en los planteamientos del socialismo libertario. 

Esa jugarreta idealista no es sostenible ni hoy ni lo fue ayer. Usted por muy anarquista que sea podrá decir lo que quiera pero hay realidades nacionales y sociales, y más allá de las naciones, que todos los días van alimentando una dinámica organizacional que los anarquistas solo podrán cabalgarlas si tienen organizaciones, cultura, influencias sociales, y dejan de ser esa babel de minúsculos grupitos donde cada jefecillo nos alumbra con un nuevo “descubrimiento” de las palabras mágicas de Bakunin, Kropotkin y demás santos milagrosos. 

A los anarquistas debería de aplicárseles la máxima que Stalin usó para explicar cuál podría ser la posición de una Rusia (realmente era la URSS) victoriosa ante el estado del Vaticano: “¿Cuántas divisiones tiene el Papa?” En efecto: ¿De cuántas divisiones disponen los anarquistas? De ninguna, tan simple como eso. 

Por eso proliferan las iglesias anarquistas y los frailes de cada una buscan convencernos de las bondades de su perorata. Por ejemplo, usted examina con paciencia la estrategia de los numantinos españoles y es alarmante. Porque si usted se niega a recorrer el camino del sindicalismo realmente existente motivado a un prurito a la vez ideológico e histórico, y actúa en consecuencia, usted abre dos frentes: uno, contra los patronos y, otro, contra el sindicalismo realmente existente. Entonces su opción terminal no es la que presumen los numantinos, no. Es el terrorismo, simplemente el terrorismo, el terrorismo anarquista que, comparado con el de los compañeros islamistas, es como unos fuegos ratifícales comparados con un misil de largo alcance. Ni Napoleón ni la Wehrmacht ganaron nunca una guerra en dos frentes. ¿La vamos a ganar nosotros? 

Porque si no tenemos claro que atravesamos una tormentosa guerra social planetaria estamos al margen de la más mínima noción de las realidades de este mundo. 

Esa guerra social tiene multitud de expresiones. Nadie puede hoy elaborar un dogma válido para todos los mares y todos los continentes, porque las realidades no son dogmáticas, son brutales, son criminales, ya que el Capitalismo es eso, un sistema, etc., no voy yo ahora aquí a “explicar” qué es el Capitalismo cuando el que menos o el que más sabe de qué se trata. 

La clave es, me parece, avanzar hacia el socialismo libertario, lo cual no quiere decir que ya estamos en la utopía y apagamos la luz y a dormir todos. Avanzar por todos los caminos. Somos óptimos criticando pero nos quedamos en la mera crítica. La cosa es cómo influir en los no anarquistas que conforma a la mayoría de las personas. A principios del siglo XX usamos el sindicalismo y todavía algunas minúsculas fuerzas libertarias lo usan. Pero hay muchas formas. Pero si lo que estamos esperando es que el resto de los mortales terminen como nosotros de hinojos ante los retratros de nuestros santos varones mejor nos dedicamos a otra cosa. 

Floreal Castilla.-

Venezuela, 20 de Enero de 2007.-

 

Publié dans iniciativa-comunista

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