8 de marzo

Publié le par militante

 lo largo de la historia, el ser humano ha sufrido burdos y nefastos tratamientos hacia su dignidad por condiciones de clase, raza, color, tendencia sexual y género. La segmentación de este último paradigma mencionado, ha dado lugar al machismo y al embrismo, al patriarcado y al feminismo. Unos como ataque a la dignidad de la mujer: machismo y patriarcado, otro como medida mimética del verdugo: embrismo, y otro como una forma de lucha equitativa: el feminismo. La persona que se autodefina, independientemente de su género, feminista, ha de abogar por la autorrealización del ser humano y ha de luchar contra toda medida patriarcal de este absurdo sistema.

Para ello, existe un posicionamiento capaz de dotar de herramientas constructivas a aquella persona, mujer u hombre, que decida hacer algo por su vida, llevando las riendas de sí misma: el ANARCOFEMINISMO, el cual implica el desarrollo y respeto integral de la persona a nivel personal, social, cultural, laboral… luchando contra capital, estado, iglesia y patriarcado.

El Anarcofeminismo no concibe ni comparte la postura de esa mujer que cree haber avanzado a nivel personal y colectivo, cuando en su puesto de trabajo desarrolla roles acatados previamente por figuras masculinas imponiendo su poder, como es el caso de ejecutivas agresivas, directoras mandatarias, militares, policías y todas aquellas que forman parte de organismos represivos. El poder implica víctimas y verdugos. Oscila en tanto en cuanto a unos intereses. No seas esclava de estos. Mírate y acéptate. No necesitas aplastar a nadie para sentirte viva. No te dejes aplastar por nadie para que se sientan menos muertos o muertas.

El anarcofeminismo tampoco comparte el argumento de esas mujeres, obreras, que consideran que su sueldo es un mero apoyo a la unidad convivencial. Nosotras, obreras, llevamos a cabo unas competencias laborales dentro de un sistema, con el que podemos estar o no de acuerdo, pero con el que inevitablemente contribuimos, y en el que inevitablemente tenemos que sobrevivir, por ello reivindiquemos vivir, que nuestros salarios nos permitan ser independientes. La solvencia económica va a ser un soporte para alcanzar la autonomía personal y contribuir a nuestra autorrealización.

Nos encontramos ante un sistema que aboga por una apariencia estética impoluta dentro de los cánones de belleza establecidos, dando lugar a la discriminación laboral por cuestiones estéticas, en sendos géneros, pero más acuciante en el femenino, sino, planteémonos cuántas dependientas, auxiliares administrativos, economistas bancarias, políticas, personal televisivo… gordas, sin maquillaje y con un simple peinado casero solemos ver a lo largo del día, ¿decisión libre u obligación?

Como obreras que luchamos por la dignificación de nuestra vida en lo referente a lo personal, social y laboral hemos de unirnos y apoyarnos en contra de ese espíritu competitivo al que insta el neoliberalismo, hemos de autorganizarnos y luchar en la aplicación igualitaria de los derechos conquistados y en la lucha de los derechos por conquistar.

Paralelamente existe otro posicionamiento, capaz también de dotar de herramientas constructivas al obrero y la obrera: el ANARCOSINDICALISMO, y una organización donde asamblearia y solidariamente las personas obreras independientemente de sus condiciones de clase, raza, tendencia sexual, color y género son partícipes y protagonistas de su propia historia. Esta organización es CNT, herramienta anarcosindicalista en lucha desde 1910.

El panorama laboral y social vigente para muchas mujeres es: sueldos inferiores, temporalización y precariedad laboral, abandono profesional, cargas familiares y domésticas, vulneración ante posibles acosos laborales, sexuales y machistas.

Compañeras, de género masculino y femenino. Hombres y mujeres, prosigamos en la lucha para que la equidad, la solidaridad y la libertad sean formas de vida.

Secretaría de Acción Social

S.O.V. de Villaverde Alto

CNT-AIT

Publié dans anarcosindicalismo

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