El Estado del Arte (II)

Que unos sedicentes “anarquistas” hayan apoyado todas las patrañas que contra la Venezuela Bolivariana se han desatado desde 1999 es una señal evidente de que en lo que pasa por “anarquismo” hay gato encerrado. Si a eso añadimos que, últimamente, entidades nominales, como una fantasmagórica “Internacional de Federaciones Anarquistas” aplaudió y apoyó la subversión estudiantil burguesa, la cual se ha demostrado es alentada y financiada por la CIA (Estados Unidos) y por el Mossad (Israel) así como por intereses capitalistas, dentro y fuera de Venezuela, es porque no todo lo que pasa por anarquismo es trigo limpio.

Ya que más allá de posiciones derechistas dentro del anarquismo se trata del uso del anarquismo como vehiculo de penetración imperialista amparándose en la historia del anarquismo como corriente revolucionaria del movimiento obrero clásico.

Esto es lo que se pone en evidencia tras el bombardeo creciente que desde círculos sedicentemente anarquistas del exterior se realiza contra la Revolución Bolivariana. Aupados naturalmente por el grupito de cipayos interno que se cobija alrededor del pasquín “El Libertario”.

Eso es el AnarcoLiberalismo. Es decir, una ideología que se fundamenta en la creencia en un sujeto desprovisto de todos sus apegos, un sujeto que es dios. Pero ese no es el punto de partida del anarquismo: éste es el sujeto comunitario, es decir, el individuo inmerso en su comunidad que es, a la vez, rebelde e iconoclasta. El individuo del AnarcoLiberalismo es, por tanto, un “individuo libertario” porque proclama la Libertad entendiéndola de manera absoluta, pero esa Libertad absoluta incluye –no excluye- la libertad de explotar, y ésta es, en esencia, la libertad de los liberales. En cambio, el individuo del Anarquismo es un “individuo solidario”, es un “individuo comunitario”, para el cual la Libertad es la otra cara de la Igualdad, y viceversa.

Pero no se vaya a creer que estas cuestiones tan simples y tan evidentes son entendidas por esa banda de fascistas anarcoliberales que hacen “El Libertario”, de Caracas. No, nada de eso. Fascinados por su dogma creen haber descubierto el agua tibia. Pero no están en la línea de Proudhon-Bakunin-Kropotkin (a los cuales, por lo demás, ni han leído ni leerán jamás) sino en la línea de Locke-Smith-Nozick y de esos “anarquistas españoles” que devinieron en fichas del PP español en los tiempos del aznarismo.

Por eso nosotros no cejaremos en nuestro empeño de denunciar a esos farsantes que contribuyen cotidianamente al confusionismo generalizado presentándose como “anarquistas” cuando en realidad son liberales. Y, ya se sabe, del liberalismo nació el fascismo.-




El Eco de los pasos